
SALUD PARA
HOMBRES TRANS
MENORES TRANS
Este es un momento en el que la visibilidad de los niños y jóvenes transgénero y de género diverso (niños trans conocidos) está creciendo exponencialmente en muchos lugares del mundo . A veces, el término trans advierte de la diversidad a la hora de concebir la identidad, el cuerpo y/o las vivencias, que van más allá de las normas sociales impuestas1 .
La variabilidad de género puede estar presente en la infancia en forma de expresiones de género no normativas, sin ello significar que el menor tenga una identidad de género (sentirse hombre, mujer o persona no binaria) diferente a la asignada al nacer2. La formación de la identidad de género es un proceso multifactorial que pasa por una autoidentificación, que es variable para cada persona, y en la que se evidencia en qué medida se ajusta o no a la asignada al nacer, pudiendo ser consciente de la misma desde una temprana edad.
Aunque el género, en ocasiones, puede tener una naturaleza fluida, menores prepuberales que afirman una identidad trans conocen su género con tanta claridad y coherencia como sus compañeros etarios que se benefician del mismo nivel de aceptación social y que se identifican como cisgénero (cuya identidad de género corresponde con la asignada al nacer)2,3. No se ha de invalidar la identidad, expresión de género o las necesidades del menor, pero tampoco anticiparnos a ellas ni proyectar el camino que la persona debería realizar.
Las directrices sobre las terapias médicas en la infancia y la adolescencia trans contemplan la necesidad de atender a estos menores por equipos multidisciplinares expertos en identidad, pudiéndose requerir profesionales de pediatría, psicología, endocrinología, ginecologia, servicios sociales, entre otros. Sería deseable el modelo de decisión compartida en donde las familias sean informadas por un profesional con formación especializada en identidad, así como en los tratamientos disponibles, sus efectos, consecuencias y limitaciones, para establecer expectativas realistas, elaborar un itinerario individual del proceso de confirmación de género y, en caso de ser requeridas, establecer las pautas de la terapia endocrina, inicialmente dirigida a suprimir la pubertad endógena (bloqueo puberal) para posteriormente, ante una clara afirmación de la identidad sentida, inducir las características sexuales deseadas (terapia hormonal de afirmación de género o cruzada)4.
A pesar de que la experiencia en el manejo de los tratamientos hormonales y en los quirúrgicos es cada vez más extensa, la evidencia científica es poco sólida y relativamente escasa debido a la falta de estudios metodológicamente adecuados que valoren resultados a largo plazo, sobre todo en tratamientos iniciados en la etapa peripuberal; sin embargo, hay evidencia que demuestra los beneficios tanto del bloqueo puberal como del tratamiento de afirmación de género sobre la salud de las personas trans4.
Desafortunadamente las escuelas operan dentro de una "cultura de la limitación" que ridiculiza la diversidad de género, adopta discursos neoconservadores y religiosos cisnormativos, e impone la marginación y la discriminación
Se requiere más investigación en áreas específicas como la transición a la escuela, el acceso a la atención médica y la integración de la atención entre los expertos en afirmación de género y neurodiversidad. Se necesita un cambio en la mirada social que permita la libre expresión de todas las diversidades y el libre desarrollo de la personalidad, fomentando espacios seguros que permitan explorar la identidad y expresiones diversas. En la etapa prepuberal, el asesoramiento familiar y/o apoyo psicológico, en caso de necesitarlo, constituirían la principal medida a tomar.
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Platero Méndez R. Trans*exualidades. Acompan ̃amiento, facto- res de salud y recursos educativos. Barcelona: Bellaterra; 2014.
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Rafferty J. Committee on Psychosocial Aspects of Child and Family Health, Committee on Adolescence and Section on Lesbian, Gay Bisexual, and Transgender Health and Wellness. Ensuring Comprehensive Care and Support for Transgender and Gender-Diverse Children and Adolescents. Pediatrics.
2018;142:2018-162.
3. Olson KR, Key AC, Eaton NR. Gender cognition in transgender children. Psychol Sci. 2015;26:467-74.
4. Hembree WC, Cohen-Kettenis PT, Gooren L, Hannema SE, Meyer WJ, Murad MH, et al. Endocrine Treatment of Gender-Dysphoric/Gender-Incongruent Persons: An Endocrine Society Clinical Practice Guideline. J Clin Endocrinol Metab. 2017;102:3869-903.

MEDICINA TRANSGENERO
Es una nueva área del conocimiento médico que comprende la atención multidisciplinaria de las personas trans, desde una perspectiva despatologizante, para lograr los mejores estándares de salud. El avance en la medicina transgénero, la complejidad de las diversas identidades trans, el impacto del tratamiento hormonal en la calidad de vida y en el riesgo de complicaciones a mediano y largo plazo de las personas trans, nos obliga a profundizar en un abordaje bio-psico-social e individualizado que requiere de una formación específica en esta área del conocimiento, así como de la actualización de los conceptos, terminología y tratamientos médicos y quirúrgicos utilizados1.
El tratamiento hormonal de afirmación de género (THAG) es la utilización de medicamentos hormonales para conseguir cambios físicos acordes a la identidad de género sentida (binaria o no-binaria) como parte del abordaje afirmativo del género. El inicio del THAG es un paso importante para las personas trans y requiere de una valoración previa bio-psico-social global, que le permita al médico pautar un tratamiento seguro y acordado con la persona que desea iniciar la transición1.
El Ginecólogo ocupa un papel importante en la atención de las personas trans en su THAG y cuidados ginecológicos habituales, así como ser quien realiza algunas cirugías de reafirmación de género, particularmente en los hombres trans como histerectomía (habitualmente con salpingectomia) con o sin ooforectomía. En el caso de realizar la ooforectomía, las guías de la Asociación Mundial para la Salud Transgénero (WPATH) establecen que se debe documentar el trastorno de identidad de género. Los pacientes deberán ser informados de los riesgos y beneficios de la intervención quirúrgica y su efecto en la reproducción, así como deberá ofrecerse técnicas de preservación de fertilidad de forma preoperatoria. La WPATH sugiere que las personas que se realice una cirugía de reafirmación de género deberán estar con tratamiento hormonal por lo menos 6 meses previos a la cirugía, a menos que haya alguna contraindicación para el tratamiento hormonal .2
Los estigmas y la discriminación de algunos proveedores de salud, la cisheteronormatividad de los sistemas de salud institucionales y la limitada accesibilidad a los servicios de salud, son las mayores barreras para proveer cuidados ginecológicos equitativos en las personas trans.
Referencias
1.- G Pérez López. Identidad de género: Conceptos actuales y tratamiento hormonal de afirmación de género. Endocrinol, Diab y Nutrición 70(2023) S27-S 37
2.- Seiger et al. Gynecologic Care for LGBTQ + Patients . Obstet Gynecol Clin N Am 51 (2024) 17–4
Claudio Hernández-Angeles 1 Unidad de Ginecología Endocrinológica. Hospital Ginecoobstetricia Numero 4 “·Luis Castelazo Ayala”, Instituto Mexicano del Seguro Social, México Correspondencia : luisclaudioer@hotmail.com
Figura 1. Resultados estéticos de histerectomía laparoscópica puerto único de un hombre trans
